Recreo Blondeau Recargado

Esta era mi segunda vez que iría al Recreo Blondeau, en el corazón del Delta. En esta ocasión, con otro grupo de ciclistas y con la particularidad de pasar la noche en el recreo.

A diferencia de la primera, donde salí desde Campana, en esta ocasión saldría desde Benavidez, desde justamente comienza la Avenida con el mismo nombre y Panamericana.

Estos primeros 30 KM se harían todo por colectora, salvo un pequeño tramo entre el Rio Lujan y el pueblo homónimo, tramo este que con cuidado, se debe hacer por la banquina.

Luego de una parada de almuerzo en Rio Lujan, continuamos camino hasta Otamendi. Sin problemas de tiempo, mientras aguardábamos el resto del grupo, visitamos y recorrimos la Reserva Natural de Otamendi. el recorrido se debe hacer a pie dejando las bicis con los Guardaparques.

 

Continuando se llega a la Estación Otamendi. Ahí estuvimos aguardando el grupo y mientras tanto pasando un buen rato con algunas personas de por ahí. Ahora lamentablemente no recuerdo sus nombres, pero tanto el que vivía en la Estación, subsistiendo de vender lombrices, como el cartonero, nos hicieron pasar un buen rato y nos dieron una lección de no estigmatizar.

Cruzando la Estación, una recta de tierra de poco mas de 5 km te deja en el Parana de las Palmas, para cruzar con la primer balsa, la mas grande. El costo por las 3 balsas, incluyendo el regreso fue $160 por persona.

Del otro lado del río ya en la parte isleña del Delta, los caminos se hicieron de arena...pesados. Llegamos tarde al Recreo, mas de lo que quería ya que anhelaba disfrutar largo rato disfrutar del lugar y la vista del río.

Las instalaciones para pasar la noche son sencillas ...muy sencillas pero decentes. Hay dos lugares para bañarse, uno con 3 duchas relativamente nuevo donde el agua salio perfecta y nos pudimos bañar bien. Se come algo en la despensa  y bar que ahí funciona, normalmente sandwichs de milanesa o algo de carne si hay. Recomiendo por lo económico lo primero.

Las habitaciones son viejas, sencillas de techos altos y piso de madera. No tuvimos problema alguno para dormir.

El Domingo nos sorprendió con lluvia, luego del desayuno la mayor parte del grupo se volvió

en una lancha colectivo que pasa por el Recreo y te deja en el puerto de Campana. Se temía que los caminos de arenas se volvieran intransitables y el peligro de algún rayo.

Mi amigo y yo nos volvimos desandando el camino en bicicletas. Aun no llovía copiosamente asi que la lluvia nos facilito el andar en la isla consolidando la arena. Ya la ultima balsa, la hicimos con mucha lluvia pero no nos preocupaba porque salvo un pequeño trecho, luego seria todo asfalto de la Colectora.

Ya en colectora y previo, re energizante!!, continuamos camino hacia Benavidez bajo una lluvia que no paro nunca de caer intensamente salvo hasta, claro...que llegamos!!!.


Descargar recorrido: